Al parecer son muchos los que apoyan al depuesto presidente Manuel Zelaya. Por un lado esto debe servir de ejemplo a los gobernantes y recordarles que no son infalibles ni mucho menos intocables, pero por el otro pienso que los golpes de estados y gobiernos defactos deberían ser una historia superada en latinoamerica, es sencillamente y anacrónico. Este tipo de acciones anticonstitucionales constituyen una involución de los principios democráticos y civiles de cualquier nación. Reconocer autoridad a alguien que usurpa la presidencia de un país, es totalmente inaceptable.
El fotoreportero parece que ponía en riesgo la seguridad nacional con su cámara.
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